Tarjetas Suspendidas momentáneamente
Este es el cartel que figura en varios comercios debido a la suba de las tasas de los bancos. Se tarda aproximadamente 18 días en acreditarles el efectivo.
En la Ciudad de Buenos Aires cada vez más se puede observar el cartel de “Tarjetas Suspendidas momentáneamente”, debido a la caída de las ventas y la suba que sufrieron las tasas de los bancos, que pasaron del 18% al 40% (más I.V.A.), en un año y al tiempo que se tarda en acreditarles el importe de las ventas, 18 días aproximadamente. Otros te aceptan el plástico pero te recargan un 10%
Según opinan CAME y FECOBA, a los comerciantes los perjudica fuertemente todo esto, ya que ellos necesitan el dinero en efectivo para reponer mercaderías y los pagos de proveedores.
Ya sea en peluquerías, restaurantes, carnicerías y todo tipo de negocios, en Capital o Gran Buenos Aires, cuando no hay liquidez se coloca el cartelito “Tarjetas Suspendidas”, como lo confirma el Sr. Roberto Brunello ( presidente de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina): “Con la pérdida de rentabilidad que se está sufriendo, hay que afinar mucho los números para que la ecuación cierre, y los costos de operar con plástico para una pyme son muy grandes, por lo que habría que cambiar el esquema de los propios operadores. Las empresas, en el arte de sobrevivir, se pierden de una gran herramienta de ventas, mientras el consumidor también pierde su poder de consumo”.
El secretario de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa, Sr. Vicente Lourenzo opinó: “Los emisores cobran 1,5% por las transacciones con débito y 3% por crédito. Hay casos de supermercados chinos que tienen el posnet escondido debajo del escritorio, de modo que no esté a la vista y tiente a alguien pero, antes que perder una venta, enseguida sacan la maquinita”.
Y agregó que : “A mi juicio, el primer rubro que aplica para el pago al contado es el gastronómico, pero en otros, como en las grandes cadenas de indumentaria o de artículos deportivos, mantienen la tarjeta, porque es muy difícil que alguien esté dispuesto a gastarse $ 1.200 en efectivo. Y hoy hay tanta malaria que no se pueden dar el lujo de rechazar una venta, que los puede salvar para cubrir los cheques. En tanto, quienes aceptan pagos a 12 meses, tienen que cobrar un recargo de un 50%, que es lo que el banco les descuenta”.