Con 7.280 metros cuadrados se inauguró la nueva Plaza Clemente en el barrio de Colegiales. Anfiteatro, vaporizadores, juegos inclusivos y un sendero de vegetación educativo, son algunas de las novedades.

El ministro de Desarrollo Urbano y Transporte de la Ciudad de Buenos Aires, Franco Moccia, junto al jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, y el Subsecretario de Proyectos del Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte, Álvaro García Resta, inauguraron en el día de ayer, lunes 1ro de julio, la Plaza Clemente.
Ubicada en el barrio de Colegiales, más precisamente entre las calles Concepción Arenal, Dorrego, Conde y Enrique Martínez, la nueva plaza suma 7.280 metros cuadrados de espacio verde a la Ciudad, beneficiando de este modo a más de 52.000 vecinos del barrio que desde hace 20 años venían reclamando la instalación de espacio verde en Colegiales.
Una particularidad que tiene la Plaza Clemente es que a través de un corredor de 1.6 hectáreas se conecta con otra plaza que lleva el nombre de otro personaje de historietas, nos referimos a la Plaza Mafalda, cercada por las calles Santos Dumont, Concepción Arenal, General Martínez y Conde, también en el barrio de Colegiales.
“Éste es un logro del trabajo de los vecinos”, subrayo el ministro Franco Moccia y agregó que: “Ellos fueron una parte clave del proyecto, en el que también participaron legisladores y el equipo del Poder Ejecutivo”.
Con rampas y planos hápticos para no videntes, la nueva plaza es 100% accesible y posee la forma de una gota que permite interconectar todos los espacios que le dan forma: anfiteatro, vaporizadores, mesas comunitarias, observatorio de mariposas, espacio de contemplación, juegos inclusivos y un sendero de vegetación educativo, sin olvidar los bancos de descanso.
Otra característica son los árboles nativos que la adornan, organizados por tres regiones: el Pastizal, la Selva Marginal y el Talar. Esta distribución ayuda a cultivar especies que atraen a mariposas y aves.
La plaza no fue la única sorpresa que se llevaron los vecinos, sobre la vereda de Conde, con un diseño que emula las vías del tren en homenaje a la historia ferroviaria del barrio, se instaló una línea de tiempo con los hitos más importantes del barrio, los cuales fueron elegidos previamente por los vecinos de Colegiales.