jueves 5 diciembre 2024

Cesión de espacios públicos

Se aprueba Proyecto de Ley para ceder varios espacios públicos a distintas organizaciones, en la Ciudad de Buenos Aires.

Se presentó en la Legislatura un Proyecto para otorgar beneficios a varias entidades, cediéndoles por 20 o 30 años varios espacios públicos de la Ciudad, así como condonar deudas.
Algunos de los beneficiarios son, el Club Defensores de Belgrano, a quienes se les condonó la deuda de A.B.L. que mantenían con la Ciudad, y el Sindicato de Trabajadores de Juegos de Azar, Entretenimiento, Esparcimiento, Recreación y Afines de la República Argentina (ALEARA), a quienes ahora la Legislatura por medio de una Ley del diputado Fernando De Andreis (Exp. 3246), le entrega la utilización en forma gratuita, de un predio situado entre las calles Suárez y Aráoz de Lamadrid , bajo la Autopista 9 de Julio.
ALEARA, es un sindicato creado en 1946, que se encuentra bajo la conducción del Sr. Daniel Amoroso, cuenta con más de 11.000 empleados afiliados, y tiene por objeto promover la unión y protección de todos los empleados del medio del juego y recreación, así como brindarles los beneficios sociales, culturales y el asesoramiento que dichos empleados puedan necesitar.
La Legislatura de Buenos Aires, ya aprobó la iniciativa del Gobierno Nacional de modificar el Código de Planeamiento Urbano, para la utilización de algunos predios y destinarlos a proyectos de viviendas o inmobiliarios.
Algunos de los predios afectados son: el “Edificio del Plata”, que se autorizó la subasta pública de mismo (Exp.2222-J-11); El Distrito de Zonificación E4-9, para destinarlo a “Centro de Transferencia de Cargas Sur” (Exp. 2396-J-11); predios ferroviarios de la calle Niceto Vega (Exp.3194-D-12); el inmueble situado en Av. Boedo Nº 1959/51, declarado de utilidad pública (9 – 1573); etc.
Con todas estas cesiones de espacios verdes y las futuras construcciones en la ciudad, planeadas en conjunto por el Gobierno Nacional y el de la Ciudad de Buenos Aires, los porteños tendremos cada vez menos espacios verdes, y más probabilidades de inundaciones, ya que no queda tierra para absorber el agua caída, ni árboles que mejoren la calidad del aire que respiramos.