En unas horas se dará por finalizadas las elecciones para el nuevo Presidente de Argentina mediante el ballotage, una medida que se puso en marcha en 1994 y se ejerce por primera vez.

En la Constitución de 1853, el presidente era elegido mediante un Colegio Electoral integrado por “electores” elegidos por el pueblo que definirían al próximo Presidente. Este mecanismo de elección indirecta había surgido en Estados Unidos y fue implementado acá como una base para lo que es hoy en día nuestras elecciones.
Esta forma de elección duró hasta 1949 donde se modificó la Constitución y se implementó un sufragio directo por parte del pueblo y que podía ser reelecto de forma indefinida, así es como se alza el Gral. Juan Domingo Perón como el primer Presidente de la República Argentina elegido mediante el voto popular.
Pero no duró mucho, ya que en 1955 tras la Revolución Libertadora, el Colegio Electoral que había sido erradicado, se volvió a instaurar y no fue hasta 1972 que el Gral. Alejandro Agustín Lanusse devolvió el sufragio directo pero con la posibilidad de una segunda vuelta en el caso de que ningún partido alcanzara el 51% de los votos. Esta segunda vuelta incluía a todos aquellos partidos que lograran más del 15% en la primera ronda.
La segunda vuelta en Argentina se impuso como una copia del que nació en Francia durante el gobierno del emperador Napoleón III en 1852, el denominado “ballottage” consistía en exigir la mayoría absoluta de los votos. En caso de que no fuera así, se realizaba una segunda votación con los dos candidatos que más votos tuvieron en la primera instancia.
El “ballottage” fue muy bien visto en el mundo y empezó por implementarse en Europa, para que poco a poco se extendiera a todo el mundo.
Continuando con la historia Argentina, el primer encuentro que iba a ser a través del ballotage con la reforma del 1972 ocurrió al año siguiente, donde en las votaciones el Frente Justicialista de Liberación (FREJULI) con los candidatos Héctor J. Cámpora y Vicente Solano Lima consiguieron 49,56% de los votos, y al no haber rebasado el establecido formalmente tendrían que haber ido a una segunda vuelta contra la Unión Cívica Radical (UCR) y sus representantes Ricardo Balbín y Eduardo Gamond que obtuvieron el 21,29% del padrón. Pero ante la cantidad de votos que poseía Héctor Cámpora, el candidato Ricardo Balbín desistió de ir a una segunda vuelta.
El ballotage no tuvo estreno y en 1983 se volvió a usar la Constitución de 1853 que acarreaba al Colegio Electoral nuevamente, para luego ser eliminado de forma definitiva en 1994 con el Pacto de Olivos que permitió una reforma a la Constitución Argentina. Es aquí que surge para quedarse el sistema directo y el ballotage como lo conocemos, con los siguientes artículos:

Artículo 97.- Cuando la fórmula que resultare más votada en la primera vuelta, hubiere obtenido más del 45% de los votos afirmativos válidamente emitidos, sus integrantes serán proclamados como Presidente y vicepresidente de la Nación.
Artículo 98.- Cuando la fórmula que resultare más votada en la primera vuelta hubiere obtenido el 40% por lo menos de los votos afirmativos válidamente emitidos y, además, existiere una diferencia mayor de 10 puntos porcentuales respecto del total de los votos afirmativos válidamente emitidos sobre la fórmula que le sigue en número de votos, sus integrantes serán proclamados como Presidente y vicepresidente de la Nación.

Con la modificación de la Constitución se dio otra chance para la realización de un balotaje entre Carlos Menem y Néstor Kirchner en el 2003, pero fue Menem quién decidió no presentarse y otorgarle el mandato presidencial a Néstor Kirchner.
Hoy… Hacemos historia con el primer ballotage de la historia Argentina!!!