Para mejorar el tránsito de los transeúntes en la plaza Lavalle, se hizo un proyecto para peatonalizar gran parte del área de Tribunales y cambiar el recorrido de las líneas de colectivo.

Ya son varios los proyectos que tuvieron éxito en la Ciudad de Buenos Aires en dónde se realizaron sendas peatonales como en la famosa peatonal Roque Saenz Peña o el remodelado Barrio Chino, donde se nivelaron las calles y el peatón tiene prioridad para circular.
Tribunales (sobre las calles Talcahuano, Lavalle, Uruguay y Tucumán, en el barrio de San Nicolás) en el horario laboral tiende a ser una de las zonas más concurridas de la Ciudad, convirtiéndose en un infierno a la hora de transitarla ya sea a pie, en automóvil o en colectivo. Es por eso que para reducir el ruido, la polución y hacer más amigable la zona para los peatones, la Dirección General de Regeneración Urbana, que depende de la Subsecretaría de Espacio Público de la Ciudad, empezó con los estudios preliminares con la intención de nivelar calzadas y veredas de la susodicha zona neurálgica.
Fue el nuevo Jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, el que se encontró a favor de esta propuesta manifestando que «la peatonalización de Tribunales será una de las prioridades para hacer de la ciudad un lugar más amigable».
Son más de 10 líneas de colectivos las que circulan por las calles circundantes a la plaza Lavalle, por lo que se está viendo como modificar el recorrido que comprende a las calles Talcahuano y Tucumán. Cabe destacar que se encuentra en funcionamiento hace años frente al Palacio de la Justicia un estacionamiento exclusivo para los integrantes del Poder Judicial.
Desde el Gobierno se evitó dar comentarios acerca de las fechas de comienzo de obras o el tiempo que se tardaría en hacerlas, lo que sí se confirmo fue que las obras abarcaran las calles que delimitan a la plaza Lavalle, siendo éstas Talcahuano, Libertad, Tucumán y Lavalle. Previendo además el seguir con las obras para integrar el resto de la plaza y continuar hasta la Avenida Córdoba.
El plan beneficia tanto a los peatones frecuentes como a aquellos que rara vez pasan o que son atraídos por el turismo. Sin olvidarnos de los automóviles autorizados que podrán pasar por allí sin superar la máxima de 10 kilómetros por hora.