De ahora en más los kioscos porteños deberán exponer los precios de sus productos de forma visible, de esta forma se espera que el cliente pueda conocer el valor y elegir libremente lo que desea.

Desde Febrero del 2014, el artículo 4º de la Ley 4827 especifica que: «La exhibición de los precios deberá efectuarse por unidad, en forma clara, visible, horizontal y legible. Cuando se realice mediante listas, éstas deberán exponerse en los lugares de acceso a la vista del público, y en los lugares de venta o atención a disposición del mismo». Pero, “hecha la Ley, hecha la trampa”, ningún kiosco exhibía sus precios al cliente, ya que había una ambigüedad en dicho artículo… No decía que el consumidor debía verlos claramente.
Es por eso que el diputado Helio Rebot tomó la iniciativa de agregar un párrafo más a la Ley de Exhibición y Publicidad de Precios, el cual esclarece que: «En ningún caso se impedirá el acceso de los consumidores a los precios exhibidos, previo a la decisión de compra de los bienes comercializados».
Con esta nueva advertencia sancionada por la Legislatura porteña, se obliga a todos los Kioscos de la Ciudad de Buenos Aires a exhibir los precios de sus productos de forma clara y visible.
Según Rebot, «muchos comercios del rubro no exhiben los precios de los bienes que comercializan. Si un consumidor quisiere adquirir cualquier producto en esos kioscos no puede conocer el precio antes de que el empleado lo pase por un lector de barras que, en muchos casos, además, tienen una pantalla imposible de ver visualizada por su orientación».
Considerando el que esta es «una práctica presuntamente engañosa y muy común que se viene observando en los últimos meses, por parte de muchos kioscos de la Ciudad».
El diputado destacó también que “además de ser presuntamente engañosa, viola los principios rectores en materia del deber de información previa que rigen en la normativa de consumidores y usuarios, tanto local como globalmente. Los vulnera porque imposibilita que el potencial consumidor conozca a simple vista, como sí lo hace en góndolas de supermercados, o vidrieras de comercios, el precio de los bienes exhibidos para su comercialización».