Luego de más de 50 años sin diálogo, el presidente Barack Obama y el presidente Raúl Castro tratan de reestablecer relaciones diplomáticas y comerciales.

Desde el año 1961 se encontraban rotas las relaciones entre Estados Unidos y la República de Cuba, pero desde mediados de 2014 se vinieron realizando conversaciones entre ambos países, con el fin de reanudar sus relaciones diplomáticas.
Las conversaciones se llevaron a cabo entre miembros del gobierno de ambos países, en Canadá y en el Vaticano, donde la principal influencia fue la del Papa Francisco.
El Papa Francisco ha mantenido una estrecha relación con el cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana, quien en 2010 consiguió que se liberara una considerable cantidad de presos políticos, y así ganando espacio de a poco, la iglesia de Cuba también logró que en un país declarado ateo por el comunismo, en 2012 se celebrara el Viernes Santo luego de 50 años.
En relación a la ayuda brindada por el Papa, para la finalización del conflicto entre ambos países, el Vaticano informó que: “El papa escribió en los últimos meses a Obama y a Castro, invitándolos a resolver cuestiones humanitarias de común interés, como la situación de algunos detenidos, para dar inicio a una nueva fase de las relaciones entre las dos partes”.
El presidente de EEUU, Barack Obama, al anunciar el comienzo de las negociaciones con Cuba dijo:“En particular, quiero agradecer a su Santidad el papa Francisco, cuyo ejemplo moral nos muestra la importancia de proseguir en el mundo de la manera que tiene que ser, en lugar de simplemente dejarlo como está”.
Y finalmente el presidente cubano Raúl Castro, expresó también: “Quiero agradecer y reconocer el apoyo del Vaticano, especialmente del papa Francisco, al mejoramiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos”.