sábado 21 septiembre 2024

¡¡El Obelisco cumple 80 años!!

Nuestro monumento emblemático, el Obelisco, cumplió 80 años desde su inauguración el 23 de mayo de 1936. Como motivo de celebración se le realizará una restauración completa que incluye volver a pintarlo.

Con tan solo 80 años el Obelisco es el monumento por excelencia de los argentinos, nos identificamos con él alrededor del mundo y lo usamos como punto de referencia, ya sea para movilizarnos, juntarnos con alguien, realizar manifestaciones o celebrar ese partido tan importante que gano nuestro equipo favorito o la mismísima selección Argentina de fútbol.
¿Cuántas veces habremos dicho: ¡Vamos a celebrarlo al Obelisco!? O incluso lo hemos usado, más las viejas generaciones y en el lunfardo, como forma de expresión para no decir malas palabras: “La punta del Obelisco”.
Emplazado en la Plaza de la República, en la intersección de las avenidas Corrientes y 9 de Julio, el Obelisco es usado incluso como escenario para intervenciones artísticas o representar hechos históricos:
2005: Fue cubierto por un preservativo gigante como parte de la campaña del Día Mundial de Lucha contra el SIDA.
2007: Lo embanderaron completamente con una tela con los colores de las banderas de Alemania y Argentina como lealtad a los 150 años de relaciones bilaterales.
2012: Con reflectores lo tiñeron de rosa junto a la leyenda “Somos Todos Rosa” en el marco del mes de la Lucha contra el Cáncer de Mama.
2015: Mediante la colocación de un capuchón se hizo “desaparecer” la punta del Obelisco.

Para conmemorar los 80 años desde su inauguración, el 23 de mayo de 1936, el Ministerio de Ambiente y Espacio Público firmó un convenio con la Cámara de Empresarios Pintores y de Restauraciones Afines de la República Argentina (CEPRARA) para restaurarlo y pintarlo.
Las tareas que se realizarán mediante andamios móviles incluyen: hidrolavado para eliminar el resto de tiza y otros elementos orgánicos e inorgánicos, limpieza de musgos y líquenes, remoción del revoque flojo y se utilizarán 380 litros de pintura exterior para pasarle todas las manos que sean necesarias hasta llegar a un espesor de pintura de 90 micrones. El Obelisco tiene de color predilecto el denominado “Piedra París” y también cuenta con inscripciones en sus cuatro frentes a las que se les aplicará pintura al esmalte, la misma está compuesta por un vehículo oleoso y un pigmento de purpurina dorada con el mismo espesor antes descripto, y una laca a modo de protección en las letras bajo relieve.
El ministro de Ambiente y Espacio Público, Eduardo Macchiavelli, resaltó que “el Obelisco es un referente para los porteños y para los argentinos. Hace 80 años que lo construyeron y continúa convocando a los turistas a conocerlo y fotografiarse, por eso es importante que esté cuidado y mantenido” y asimismo “el interior del Obelisco es una gran incógnita. Lo cierto es que solo hay una escalera marinera, por lo que no está abierto al público”.
En cada una de las caras del emblemático se rinde un homenaje histórico de hechos muy importantes para la Argentina:
En el lado Norte se cita “En este sitio en la torre de San Nicolás fue izada por primera vez
en la ciudad la Bandera Nacional el XXIII de agosto de MDCCCXII”. Cabe destacar que la Iglesia de San Nicolás de Bari fue demolida y en ese mismo lugar es donde se encuentra ahora el monumento.
En el lado Oeste se cita “Capital Federal Ley dictada por el Congreso Nacional el XX de septiembre de MDCCCLXXX a iniciativa del Presidente Nicolás Avellaneda Decreto del Presidente Julio A. Roca VI de diciembre de MDCCCLXXX”.
En el lado Este figura “Buenos Aires a la República. En el IV Centenario de la fundación de la ciudad por Don Pedro de Mendoza. II de Febrero de MDXXXVI.”
En el lado Sur se ve escrito “Segunda Fundación por Juan de Garay XI de junio de MDLXXX”.
Además, inscripto sobre el frente sur se puede observar un soneto de Baldomero Fernández Moreno, que escribió durante una cena de homenaje en el Alvear Palace Hotel a Alberto Prebisch (según la anécdota lo escribió en una servilleta y se lo entregó a su esposa):

El Obelisco

¿Donde tenía la ciudad guardada
esta espada de plata refulgente
desenvainada repentinamente
y a los cielos azules asestada?

Ahora puede lanzarse la mirada
harta de andar rastrera y penitente
piedra arriba hacia el Sol omnipotente
y descender espiritualizada.

Rayo de luna o desgarrón de viento
en símbolo cuajado y monumento
índice, surtidor, llama, palmera.

La estrella arriba y la centella abajo,
que la idea, el ensueño y el trabajo
giren a tus pies, devanadera.

Fernández Moreno (1886-1950)

Con una altura de 67,5 metros, un peso de 170 toneladas y hecho con piedra clara de Olain traída de Córdoba, el Obelisco solo posee una puerta de acceso ubicada en el lado oeste que conduce a su interior donde una escalera marinera, con 206 escalones y 7 descansos cada 8 metros y uno a 6 metros, nos lleva a la cúspide piramidal con 4 ventanas con persianas metálicas que nos permite observar el paisaje más hermoso de la Ciudad de Buenos Aires.
Este ícono de la Ciudad de Buenos Aires comenzó su historia durante la intendencia de Mariano de Vedia y Mitre, quién a través de un decreto pidió la creación de una obra de carácter extraordinario para convertirlo en una símbolo de la Capital de la Nación y ya sea de paso conmemorar los 400 años de la Fundación de Buenos Aires.
El encargado de realizar la obra fue el arquitecto Alberto Prebisch, quien con un presupuesto de $200.000 (pesos argentinos) comenzó la construcción el 20 de marzo de 1936 y terminó siendo inaugurada el 23 de mayo de ese mismo año, un tiempo récord de casi 60 días.
Una de las curiosidades y misterios del Obelisco es que en la punta de roma de 40 centímetros hay empotrada una caja de hierro donde se encuentra una foto del jefe de máquinas de la construcción y un documento destinado a quien demuela el monumento.