En el día de ayer se celebró el Día Nacional del Mate, la infusión que forma parte de nuestras costumbres y tradiciones en nuestro país.

Se celebra desde el 2015 a través de la ley 27117 cada 30 de noviembre en conmemoración del nacimiento del caudillo Andrés Guacurarí y Artigas, más conocido como “Andresito”. De familia guaraní, “Andresito” nació en 1778 en Santo Tomé (Corrientes) adoptado como hijo por el caudillo rioplatense José Gervasio de Artigas. Gobernó la denominada Provincia Grande de las Misiones.
Fue el primer gobernador del país surgido de los pueblos originarios. Ganó numerosas batallas enfrentando a fuerzas que lo superaban en cantidad y promovió reformas agrarias para que existiera un mejor reparto de las tierras. Además, tuvo un rol fundamental en la producción y la comercialización de la yerba mate.
Andresito fue sin duda el que le dio el empuje inicial al mate y que el mismo se convirtiera en lo que es hoy para los argentinos, parte indisoluble de nuestro «ADN». Nuestra infusión emblema nunca nos exige mucho: agua caliente, un cuenco más o menos pequeño, una bombilla y la yerba. Nada tan merecido, entonces, que tuviera un día para él , aunque en verdad sea nuestro amigo de todas las horas y todos los días.

Cómo preparar un buen mate
Según el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), los pasos para preparar un mate rico y duradero son los siguientes:
1 – Colocar la yerba mate dentro del mate hasta 3⁄4 de su capacidad.
2 – Inclinar el mate, tapar con la mano y agitar para mezclar la yerba. Para lograr que los componentes de la yerba (el palo, el polvo y la hoja) queden mezclados de forma homogénea.
3 – Poner agua en el mate para empezar a cebarlo. Comenzar siempre el mate con agua tibia para que humedezca la yerba y no largue todos sus componentes en el primer mate.
4 – Introducir la bombilla en el costado del mate y cebar en esa zona, intentando que el resto de la yerba quede seca.
5 – Luego de tomar el primero, continuar cebando con la misma metodología. De esta manera se logra que el mate sea parejo y se evita que la yerba se lave.