sábado 21 septiembre 2024

Protección al Consumidor

Existen varias leyes fundamentales que todos deberíamos conocer para hacer valer nuestros derechos, y no dejarnos atropellar.

Muchas veces nos encontramos en situaciones incómodas frente a una compra en un negocio, restaurante, o un servicio contratado que ya no deseamos continuar utilizando, por lo que nos exigen cosas que no tienen derecho a exigirnos, pues hay leyes que nos amparan pero que lamentablemente no conocemos.
– En los negocios donde hay personal de seguridad, muchas veces al salir nos piden ver nuestros bolsos, carteras, para comprobar que no hemos robado nada, pues NO corresponde, ya que la Constitución Nacional en su Artículo 18, protege los papeles privados de los ciudadanos.
– Cuando recargamos la Tarjeta SUBE o el celular en un kiosco, NO debemos hacerlo en los lugares donde cobran un plus por la tarea requerida, ya que esto no corresponde.
– Cuando vemos promociones por pago en efectivo, el mismo también vale para las compras con tarjeta de debito, ya que es igual que efectivo, y la Ley Porteña Nº 5.008, obliga a no efectuar diferencias, salvo que sea a favor del consumidor. El Dr. Jorge Turín nos explica que: «La intención de esta ley es, por un lado, proteger los derechos de los consumidores y por el otro, permitir que los comercios hagan promociones o descuentos que favorezcan a quien hace una compra».
– Si deseamos dar de baja un servicio que ya no deseamos utilizar, NO tenemos la obligación de saldar la deuda antes de efectivizar la baja. La Ley 24.240 dice “que se puede suspender de la misma forma en que lo contratamos, y sólo nos pueden cobrar si avisamos después del fin de un ciclo, y que no es obligatorio cancelar la deuda antes de suspender ese servicio”.
– Cuando deseamos realizar un cambio de alguna prenda, nos ponen como condición que los cambios se realizan un determinado día de la semana, desconociendo que la Legislatura Porteña en la Ley 3.281 dice que los cambios «deberán efectuarse en los mismos días y horarios en los que el comercio atienda al público para ventas”.
– Los restaurantes o bares que cobran “cubierto”, sólo lo pueden hacer si ofrecen “agua, pan y sal”, según la Ley de la Ciudad 4.407.
– Los estacionamientos públicos deben aceptar también a las bicicletas y no deben cobrar más del 10% del valor que se cobra por un automóvil, según dice la Norma 1.752.
– Cuando concurrimos a una guardia médica y no nos dan certificado, debemos recordarles que el artículo 3° ley 26.529, dice que están obligados a extender un justificativo que «constituye información sanitaria, en términos claros, suficientes, adecuados a la capacidad de comprensión del trabajador y de su empleador».
– Otro tema es el de los cines, donde nos dicen que no podemos entrar con comida o bebida que no haya sido comprada en ese lugar, pues bien, la Sra. Carolina Suárez, vicepresidenta del Centro de Educación al Consumidor nos dice que «En ningún lado se establece que uno debe entrar con la comida o bebida que venden en el centro comercial. Este es un problema muy frecuente que necesita una respuesta inmediata. El inconveniente es que las empresas no cuentan con personal que puedan atender estas denuncias. Pero uno puede ingresar al cine con lo que quiera beber o tomar, sea comprado dentro o fuera del lugar».
– Por último tenemos el problema de los taxis, donde el pasajero tiene derecho a solicitar que cambien el dial de la radio o directamente que la apague, así como también tendría derecho a no pagar el viaje si el chofer excede la velocidad o no respeta las luces de los semáforos, según el Artículo 1204 del Código Civil.
Cuando nos encontramos en alguna de estas situaciones podemos comunicarnos con Defensa al Consumidor en el 0800-666-1518 para realizar nuestra denuncia.
Al respecto el Presidente de Consumidores Libres, Héctor Polino ha comentado que: «No nos han educado para conocer ni para defender nuestros derechos y por otro lado, todavía es muy engorroso hacer los reclamos. La gente se cansa y los abandona. Lo curioso es que nos hemos ocupado de consagrar muchos derechos en los últimos años, pero de los básicos sabemos poco».