Un gran poder conlleva una gran responsabilidad
El pasado lunes 12 de noviembre falleció Stan “the Man” Lee el creador de míticos superhéroes de comic que revolucionaron la franquicia, como ser Spider-Man, Hulk, Iron-Man entre muchos otros.
Hulk, Iron-Man, los 4 Fantásticos, Thor, Daredevil, y no nos olvidemos de Spider-Man, son algunos de los grandes superhéroes creados por el escritor y editor Stan Lee. Cada uno de estos superhéroes, incluyendo a unos cuantos más sin nombrar, forman parte del Universo Marvel, un lugar donde conviven entre ellos y sus historias se entrelazan para formar un todo.
Varias fueron las películas donde nuestros héroes mostraron sus proezas, ya sea como protagonistas, co-protagonistas o incluso como un equipo en la lucha contra el mal. En estas películas, los amantes de los cómics no solo querían ver a sus héroes hechos realidad, sino que además se divertían buscando a un extra que aparecía en casi todas las películas.
Ese “extra” era Stan Lee, el padre de estos personajes, que lamentablemente falleció a la edad de 95 años el pasado lunes 12 de Noviembre en su casa de California. Su fallecimiento es un golpe duro para sus fans y no me quiero imaginar el dolor que sentiría Spider-Man si volviera de nuevo a nuestro universo.
Su legado prevalecerá por siempre, sus personajes seguirán cobrando vida cada vez que alguien habrá un cómic o mire una película, pero lo más importante siempre será recordado como aquel que marcó la infancia de millones de personas.
Stan “the Man” Lee, que en realidad se llamaba Stanley Martin Lieber, nació en la ciudad de New York el 28 de diciembre de 1922. A la edad de 20 años y ya trabajando como ayudante en la editorial Timely Comics (años más tarde se convertiría en Marvel Comics), debutó como guionista con un relato de dos páginas protagonizado por el Capitán América, el cuál firmó con su pseudónimo Stan Lee.
A finales de 1960 la editorial, ya conocida como Marvel Comics o Marvel Magazine, enfrentaba una etapa de crisis por las bajas ventas tras la publicación de textos como “Seduction of the innocent” (La seducción de los inocentes) que influyeron en los adultos al describir como los comics corrompían la infancia y eran la principal causa de la delincuencia juvenil. Fue en este contexto que Stan Lee tomó la decisión de renunciar, pero fue su mujer quien le detuvo y lo convenció para que crease “el comic que deseaba hacer”.
Es así como en 1961 nacieron “Los 4 Fantásticos”, un grupo de 4 astronautas viaja al espacio y es expuesto a rayos cósmicos que le otorgan super poderes a cada uno. La tripulación compuesta por Reed Richards (Sr. Fantástico), Susan Storm (La Mujer Invisible), Johnny Storm (La Antorcha Humana) y Ben Grimm (La Mole), formaron un grupo para combatir al crimen y dieron comienzo a la Edad de Plata de los cómics estadounidenses.
El 10 de agosto de 1962 en el último volumen de Amazing Fantasy, el #15, apareció por primera vez Spider-Man. El protagonista Peter Parker, un adolescente que estudia en la preparatoria de Queens, es mordido por una araña radioactiva que le da poderes relacionados con ese insecto como trepar muros y techos e incluso la habilidad de detectar el peligro mediante su “sentido arácnido”. A diferencia de la primera película que se hizo sobre este personaje, el Hombre Araña usaba dispositivos en sus muñecas que le permitían tirar telarañas para columpiarse por la ciudad o atrapar malhechores. En esta primera edición, en un cuadro de texto en el panel final, se dio a conocer la mítica frase «con un gran poder también debe llevar una gran responsabilidad», que más tarde se le atribuiría a su difunto tío Ben.
Stan Lee rompió el esquema habitual al crear este superhéroe, principalmente porque hasta ese momento todos los personajes adolescentes tendían a ser “compañeros”, mientras que en este caso Peter Parker se convirtió en el primer superhéroe protagonista adolescente y en uno de los más representativos del carisma y el humor que tienen los héroes de Marvel.
En 2008 el éxito de los Comics llegó a la pantalla grande con el estreno de Iron-Man y la promesa de plasmar a todos estos personajes icónicos en la pantalla grande. Para demostrar con acciones esta promesa, se creó el MCU (Universo Cinematográfico Marvel) y desde entonces los cameos de Stan Lee en las películas se volvieron en un homenaje simbólico que hoy en día recordamos con gracia y nostalgia.