Con una victoria rotunda, River derrotó a Boca 3-1 y se declaró como Campeón indiscutible de la Copa Libertadores. El superclásico contó con los goles de Benedetto, Pratto, Quintero y Martínez.

El partido de ida fue un empate, el partido de vuelta se iba a realizar en el Monumental pero le tiraron piedras al micro de Boca; se suspendió; se quiso jugar el domingo; se suspendió de nuevo; se quiso ir por escritorio; se pidió un fallo a la justicia; se quiso hacer en Paraguay; pero al final la Copa Libertadores de Amércia se disputó en España (sin la participación de España en la colonización, nunca habría habido “Libertadores” (?)). El partido que nadie se quería perder, un Superclásico disputándose a nivel Internacional, casi se pierde, pero no… la final entre los dos titanes de Argentina, River y Boca, se dio en el Estadio Santiago Bernabéu.
El partido comenzó y fue un ida y vuelta muy tranquilo en el que parecía que nada iba a pasar y cualquiera podía ganar. No fue hasta casi finalizado el primer tiempo que Boca anotó el primer gol gracias a Darío Benedetto quién dejó atrás a 4 jugadores de River y quedó cara a cara con el arquero.
El segundo tiempo empezó y Boca tenía todas las de ganar, pero Fernández a los 22 minutos tomó las riendas y mediante pases llegó hasta el área para finalmente dejársela servida a Lucas Pratto quién con un simple toque la ubicó dentro del arco.
En este punto el partido se convirtió en un ida y vuelta, ambos equipos buscaban las de ganar, cuando atacaba Boca, River realizaba una contraofensiva y cuando River atacaba, apenas Boca tenía el balón la pelota los jugadores dejaban la vida para llegar al otro lado.
Terminó el segundo tiempo y se fueron a tiempo extra, el sueño de todo espectador que quiere ver un Superclásico disputándose hasta las últimas consecuencias. El primer tiempo fueron idas y vueltas, el corazón en la garganta esperando ansioso el gol del desempate, pero no pasó a mayores y hubo que esperar al segundo tiempo del tiempo extra para conocer al ganador.
Apenas comenzó el segundo tiempo, River empezó a jugar de manual, con pases cortos entre los jugadores hasta llegar al arco, un centro de Martínez que fue despejado por una zambullida de Andrada, pero termina a los pies de Enzo Pérez y tras una seguidilla corta de pases Fernando Quinteros remata al ángulo desde fuera del área logrando el desempate y poniendo en apuros al equipo de Barros Schelotto.
La desesperación se adueñó del equipo Xeneize, y ante la falta de un jugador (Barrios recibió tarjeta roja), el arquero salió al ataque y participó de todos los córneres que vinieron en el lado de River. Pero el esfuerzo fue en vano y en un córner River se hizo con el balón y fue Nicolás Martínez quien depositó tranquilamente la pelota dentro del arco vacío de Boca.
Con ese último tanto River derrotó 3 a 1 al equipo Xeneize y se declaró campeón de la Copa Libertadores de América, suma de este modo su cuarto título continental, quedando en el cuarto lugar del ranking de ganadores de la Copa Libertadores junto a Estudiantes de la Plata. En tercer lugar está Peñarol con 5 títulos, Boca con 6 e Independiente en el podio con 7 títulos ganados.