Se inauguró el primer café temático en homenaje al gran escritor Julio Cortázar, recorriendo su historia con frases célebres de sus libros y poesías, mientras se disfruta de espectáculos musicales.

Ubicado en Cabrera 3797, en el barrio de Almagro, el “Café Cortázar” es un lugar de encuentro donde se pueden disfrutar picadas, ensaladas, sándwiches y servicio de cafetería, un menú que curiosamente tiene el nombre de varios títulos de este gran escritor. “Un tal Lucas”, “Bestiario”, “Los premios” y “Rayuela”, son algunos de los platos y bebidas que se pueden disfrutar, siendo el último un café con whisky, crema y canela.
En la esquina de las calles Cabrera y Medrano, el bar ya se sumó a la red de Cafés Notables porteños y se encuentra decorado con tapas de sus libros, citas y frases del homenajeado, una rayuela a todo color y varias fotos y retratos famosos y no tan famosos en donde aparece Cortázar solo, con sus amigos, sus mujeres e incluso con sus gatos.
No sería un café al estilo de Julio Cortázar si no hubiera un lugar especial para los lectores, es por eso que el primer piso se destinó un sector reservado solo para la lectura. Allí se exhibe además la muestra del fotógrafo Bernardo Cornejo Maltz, quien vivió durante un año en el departamento de la madre del escritor, María Herminia Descotte, y la hermana, Ofelia apodada “Memé”. “Siempre empezó a llover” son fotografías inéditas y subjetivas sacadas en el interior de la casa y que buscan reproducir la mirada de Cortázar en diferentes momentos del día a través de la ventana de su habitación. La vivienda ubicada en Artigas 3246 fue de la familia hasta 1978, y aún hoy se conserva el armario de madera utilizado como biblioteca por Julio Cortázar, convirtiéndose en un objeto de culto e inmortalizado en una de las fotografías de la exhibición disponible hasta Marzo.
La inauguración del café se dio con la apertura de esta muestra que atrajo a colegas, amigos y seguidores, quienes rememoraron anécdotas y las explayaron al público presente. Es el caso de la socióloga Nelly Schmalko, que se hizo cargo del departamento de la familia de Cortázar hace ya 40 años y hospedó al fotógrafo que realizó la muestra antes descripta. Estuvo presente también el arquitecto Horacio Spinetto, que se encargó del logo del café imitando la tipografía de la máquina de escribir usado por célebre, una Olivetti Lettera 22.
Pero no será hasta dentro de unos meses que se incorporará una biblioteca con todas las obras y materiales de estudio, para que el público pueda perderse entre las páginas y disfrutar de un café sobre las mesas de mármol al estilo parisino.
El café y las obras de Julio Cortázar vienen acompañados de música jazz en vivo, que será partícipe durante todas las noches de café. Ya durante la inauguración, el dúo Swing Mamas, integrado por la guitarrista Patricia Grinfeld y el cantante Guadalupe Raventos, tocaron varios temas que identificaban al autor durante su vida.
Fue a través de un pedido general, por parte de los dueños del café al público, para juntar todas las imágenes, textos, cartas, fotos, obras y demás objetos de colección que integran este museo. Convirtiéndose este en un sitio donde los cortazarianos puedan compartir sus experiencias con el autor y escuchar otras tantas.