El Jardín Botánico de Buenos Aires ha sido declarado como primer refugio climático de la Ciudad.

La Agencia de Protección Ambiental de la Secretaría de Ambiente de Buenos Aires, ha reconocido al Jardín Botánico Carlos Thays, del barrio de Palermo como el primer refugio climático por tener 4.8º C menos que las temperaturas de los alrededores.

Este jardín inaugurado en 1898, tiene 7 hectáreas con 6 mil especies de árboles y plantas que brindan un ambiente más fresco cuando la Ciudad sufre una ola de calor, es decir cuando las mínimas superan os 22º y las máximas pasan de 32.3º.

La Ciudad ha sufrido cinco olas de calor y el último verano ha sido el más caluroso de los últimos 60 años, lo que es un riesgo para la salud, especialmente de mayores, niños, embarazadas o personas con enfermedades preexistentes.

Este Jardín botánico cumple con la conservación de biodiversidad y educación para todos los niveles escolares, pues tiene 2 hectáreas con especies de todos los continentes y 5 hectáreas con flora argentina. Entre los ejemplares que se pueden encontrar allí hay colecciones únicas en la ciudad o el país.

Fue declarado Monumento Nacional por su carácter cultural y natural en 1996y por su ubicación es un importante reservorio natural, y además cuenta con una Estación Meteorológica propia, que lleva registros diarios de temperatura, humedad y precipitaciones. Los refugios climáticos son lugares donde la gente puede refugiarse durante días de temperaturas muy altas, como parques y plazas, o también lugares cerrados como escuelas o bibliotecas, donde se registra menor temperatura que en otros lugares de la Ciudad.

Inés Gorbea, secretaria de Ambiente de la ciudad explicó: “Es importante contar con lugares que posibiliten mitigar el impacto del clima. El Jardín, por su biodiversidad, ofrece las condiciones necesarias para que los ciudadanos puedan tener un alivio ante las altas temperaturas”, Por su parte Ariel Álvarez Palma, subsecretario de Políticas de Infraestructura Verde Urbana y Desarrollo Sostenible, señaló que: “Las olas de calor sufridas este verano nos hacen valorar aún más el efecto de la naturaleza en la Ciudad. La proporción de sombra natural que nos ofrece el Jardín Botánico y el impacto en la temperatura es importante que sea difundido y reconocido como refugio para la ciudadanía frente al calor extremo”.