La Ciudad de Buenos Aires implementó un sistema de reconocimiento de patentes para controlar el ingreso de los autos al microcentro y multar a los que circulen sin autorización entre las 11 y 16 horas.

A lo largo de los años se implementaron muchas medidas para evitar el congestionamiento que se provoca en el centro a causa de la cantidad de autos que circulan por allí. La creación del sistema de Ecobicis y su fomentación mediante las bicisendas, la construcción del Metrobus a la largo de la 9 de Julio y modificar las calles más concurridas para transformarlas en sendas peatonales.
Todo lo mencionado mejoró en gran medida que los vecinos pudieran llegar y manejarse en el microcentro porteño sin la necesidad de un vehículo, pero de igual modo no alcanza para parar el gran flujo de automóviles que circulan por la zona. Es por eso que el microcentro fue delimitado para evitar que los autos, que no estén habilitados para transitar al no poseer un estacionamiento perteneciente a su casa o su trabajo, puedan circular libremente. Para tal hecho es que habían designado a 34 agentes por turno que caminaban a lo largo de las zonas delimitadas por las calles Córdoba, Leandro N. Alem, avenida de Mayo y avenida 9 de Julio. El inconveniente que surgía con utilizar a los agentes, era que casi siempre debían salirse de su puesto de trabajo para desviar el tránsito por algún accidente o piquete que se presentara.
Es así que la Subsecretaría de Transporte y Tránsito implementó un sistema que lee las patentes de los autos que transitan por el centro y los controla de manera automática en tiempo real. El sistema viene funcionando desde hace rato pero las multas, que afectarán a todos los usuarios que no tengan un permiso para circular, comenzarán a regir a partir del 15 de Febrero para darle tiempo a los que ya tienen el permiso de poder renovarlo o conseguirlo en caso de no poseerlo.

El horario de no circulación sin permiso es entre las 11 de la mañana y las 16 horas, siendo este el horario bancario y de mayor movimiento por las personas que salen o entran a trabajar. En caso de estar en falta por circular sin tener el permiso adecuado, se generará una multa de $650 que será enviada al infractor pasado los 30 días.
En este momento de forma manual se hacen entre 200 y 300 multas, mientras que con el sistema automático de control de patentes se espera que las cifras aumenten y alcancen entre las 1.500 y 2.000. Para lograr estas cifras se dispusieron de cámaras que se instalaron en 24 puntos donde sacan dos fotos (una de la patente ampliada y otra del auto entero), la foto luego es ingresada a la base de datos de la Ciudad para verificar mediante la patente si el auto que ingresó tiene o no permiso de circulación, en caso contrario se le efectúa la multa pertinente y los ingresos de las multas irán a parar a la Ciudad de Buenos Aires.
Hay más de 7 mil autos habilitados en este momento (todos particulares) por poseer estacionamiento dentro de las calles delimitadas y tienen su casa o trabajo por la zona, pero se calcula que pueden ingresar hasta un máximo de 12.000 autos. Antes de la creación de las peatonales, circulaban cerca de 35.000 automóviles, pero esa cifra descendió hasta la mitad y fuera del horario bancario hay entre 15.000 y 20.000.
Para poder obtener el permiso de libre circulación solamente hay que acceder a la página del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (http://www.buenosaires.gob.ar/movilidad), si o si el usuario debe acreditar que posee un ingreso a estacionamiento y debe abonar $1000 por el trámite pertinente. Los papeles a presentar constan de la documentación del auto y un documento que manifieste la tenencia de cochera, pudiendo ser las tres últimas facturas, recibos de alquiler o una carta del lugar que lo vincule (los papeles se entregan de manera online mediante escáner). La renovación del permiso es anual.

Se invirtieron 7 millones de pesos en este sistema en el cual contribuyó la empresa Boldt con el software, la tecnología, la comunicación y mantenimiento. En la misma sede de los monitoreo de autos se hace también un chequeo del funcionamiento de las cámaras, y en caso de que alguna se apague o sea atacada por un peatón se le informa a la empresa que se compete en su reparación.