El último adiós al maestro Mariano Mores
El Maestro Mariano Mores, falleció el pasado 13 de abril a los 98 años, con él se va un grande de la música popular, sus restos fueron velados en el Teatro Colón.
Mariano Alberto Martínez, tal su verdadero nombre, había nacido el 18 de febrero de 1918 en el barrio de San Telmo (Chile y Balcarce), fue uno de los grandes exponentes del tango, ya que era pianista, compositor y director de orquesta reconocido a nivel mundial. Casado con Mirna Mores tuvo dos hijos Nito Mores, quien falleciera en 1984, y Silvia Mores madre la locutora Mariana Fabiani.
En 1936, con 14 años, comienza a trabajar como pianista de música internacional en el Bar Vicente de la calle Corrientes, ganando tres pesos con cincuenta por día.
Al poco tiempo ingresa a estudiar a la academia que dirigía Luis Rubistein, al poco tiempo lo nombra profesor y es allí donde conoce a Margot y Mirna Moragues, de quien se enamoró. Él se integra al dúo que ellas formaban, Las Hermanas Mores, transformándolo en el Trío Mores. Actuaron en radio y diferentes escenarios, hasta que el pianista se integra a la orquesta del gran Francisco Canaro.
Actuó como galán y fue autor de la música del film Corrientes calle de ensueño, en el año 1939. También en La doctora quiere tangos, con la actriz Mirta Legrand, en el mismo año. Y finalmente en La voz de mi ciudad, con Diana Maggi, en 1953.
Compuso con Rodolfo Sciammarella “Salud, dinero y amor” y con Luis Rubistein hizo, en 1938, el tango “No quiero” y al año siguiente su primer gran éxito: “Cuartito azul”, y al respecto el contaba: «… en realidad era un arreglo para “La cumparsita”, una introducción, pero cuando la escuchó Mario Battistela me dijo que allí había un tango. Le puso ese título por una piecita que alquilaba en la calle Serrano 2410 (barrio de Palermo), para vivir cerca de mi novia. Un día se me ocurrió pintarlo disolviendo pastillas de un blanqueador para ropa que venía en cubitos de color azul. La letra fue escrita por Battistela sobre la música. Casi siempre compuse así. Primero la música, aunque hubo excepciones”.
Junto a Enrique Santos Discépolo compuso “Cafetín de Buenos Aires” y “Uno” y con Homero Manzi “Una Lagrima Tuya”, además entre otros muchos éxitos podemos agregar: “Por qué la quise tanto”, “Cafetín de Buenos Aires” y “Adiós pampa mía”, “Taquito militar”, “A quién le puede importar?”, “Sin palabras”, “El firulete”, “Cada vez que me recuerdes”, “Cristal”, “Tu piel de jazmín”, “Gricel”, “En esta tarde gris” y tantos otros más.
A lo largo de su vasta trayectoria, Mores se destacó como arreglador y director de orquesta, con lo que se consagró gracias a una serie de conciertos celebrados en el Lincoln Center de Nueva York, así como con sus participaciones al frente de la Orquesta Sinfónica de Londres y la orquesta Sinfónica de Montevideo, Uruguay.
Se alejó de los escenarios en el 2011 ofreciendo dos conciertos en el Teatro Gran Rex, acompañado por su orquesta, conformada por Gabriel Mores y Ado Falasca (teclados), Tomás Gianinni (bandoneón), Jorge Mario (batería), Juan Scaffino (violín) y Eduardo Lettera (contrabajo), abordó varias de sus emblemáticas piezas.
En Agosto del 2015 fue homenajeado en el Teatro Colón donde se produjo una simbólica fiesta musical en la apertura del Festival y Mundial de Tango de la Ciudad, en la misma su nieto, Gabriel Mores, hijo de Nito y Claudia Mores, dirigió un sexteto de cuerdas y a los cuarenta músicos de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires para recordar los grandes éxitos del reconocido músico.
Lo que nadie puede negar de este músico es su talento como compositor. Como alguien dijo: «Lleva la melodía en la cabeza.», tuvo inspiración y también inteligencia para musicalizar letras de los más grandes e indiscutibles poetas que dio el tango.