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En el día de hoy, Diego Armando Maradona falleció, según lo que se sabe hasta ahora, de un paro cardiorrespiratorio. No hace mucho había sido operado de urgencia por un hematoma en la cabeza.

Un ícono del fútbol; ídolo de grandes, chicos y de todas las edades; inspiración y usado de ejemplo en las letras de muchas canciones; comparado con jugadores de ahora, de antes y seguro que también de los venideros; un ejemplo a seguir en el fútbol por su dedicación y talento. Todo eso y mucho más fue, es y será siendo Diego Armando Maradona, el 10 de Argentina, “Pelusa", la “Mano de Dios” de nuestro país.

Nacido en Lanús Oeste, el 30 de octubre de 1960, desde chico el fútbol fue su pasión y un legado familiar, sus hermanos también jugaban, él sobresalió y a la edad de 9 años realizó la prueba para entrar en las divisiones inferiores del club Argentinos Juniors, mejor conocido como “Los Cebollitas” (en esa época los equipos no se podían anotar bajo el nombre de la institución).

Sin importar que jugaba contra chicos que eran hasta 4 años más grandes que él, Maradona no se dejaba mitigar y su habilidad era tal que el entrenador lo inscribía como Montanya para que el rival no supiera que era él. Fue en esa misma época en la que se enfrenta por primera contra el conductor de televisión Marcelo Tinelli, lateral derecho de San Telmo, durante la semifinal donde José Chino Báez, compañero de Tinelli, tras ir perdiendo 4 a 2, le tira una patadita y le dice “gordo, la c... de tu madre, vos metés el pase para otro gol y yo te rompo una gamba”, y así fue, el Diego “no hizo más pases-gol, directamente él metió los otros tres” (confesó Chino Báez).

Pero como dice el tema “La Mano de Dios” de Rodrigo: “De cebollita soñaba jugar un Mundial y consagrarse en Primera”.

El tiempo pasó y el 20 de octubre de 1976 (cerca de cumplir los 16 años) debutó en la Primera División argentina, usando la camiseta número 16 del equipo Argentinos Juniors, con un caño a un rival que emocionó a la tribuna y que quedó plasmado en una fotografía.

A pesar de ya haber jugado varios partidos para la selección argentina, Maradona no fue convocado por César Luis Menotti para el Mundial de 1978 debido a su juventud. Pareciera que esa decisión lo afectó, porque ese mismo año se consagró el máximo goleador del torneo Metropolitano 1978, para luego seguir siéndolo en los torneos Metropolitano y Nacional 1979, Metropolitano y Nacional 1980, convirtiéndose en el único jugador que ha conseguido consagrarse goleador del torneo en cinco oportunidades.

Muchos fueron los campeonatos que se disputaron, sin embargo, no fue hasta 1981 que logró consagrarse campeón por primera vez en el fútbol argentino. Y no fue precisamente con Argentinos Juniors.

A pesar de haber recibido múltiples ofertas de distintos equipos, incluyendo de River que le ofreció un contrato por la misma suma que cobraba el jugador mejor pago, Ubaldo Fillol, Maradona tenía como objetivo ser recibido por Boca Juniors. El club, lamentablemente no tenía el dinero suficiente en ese momento como para comprar el pase, por lo que Argentinos Juniors decidió cederlo como préstamo por un año y medio a Boca. Era lo que necesitaba el club y también Diego, ya que, gracias a ese pase, el 10 obtuvo su primer y único título de campeonato en el fútbol argentino.

En 1982, se concretaría el pase al FC Barcelona, mismo año en que el Mundial de España `82 se llevaba a cabo con un Maradona debutando oficialmente en el Seleccionado Argentino. Su primer partido en el mundial terminó en derrota, pero la revancha vino rápido contra Hungría a quién le metió sus primeros dos goles mundiales y consiguió su primera victoria. Lamentablemente la Selección Argentina no estuvo a la altura ese año y perdió sus primeros dos partidos durante la Fase Grupos, 2-1 contra Italia y 3-1 contra Brasil.

Estando en el FC Barcelona, que lo contrató por la módica suma de 1.200 millones de pesetas (7,2 millones de euros), Diego consiguió hacerse con la Copa de la Liga, la Copa del Rey (ambas en 1983) y la Supercopa de España (1984).

Su siguiente destino fue el Nápoles, club y ciudad que aún hoy recuerdan sus hazañas como jugador. Cualquiera que visite Nápoles podrá encontrar el amor y pasión que sienten los ciudadanos por el gran jugador que era Diego Armando Maradona. Durante su estadía en el club, no solo se ganó el corazón de la Ciudad, sino que también se alzó entre los años 1986 y 1990 con dos títulos de Serie A, con la Copa de Italia (1987), la Copa UEFA (1989) y la Supercopa de Italia (1991).

En su estadía en el Napoli, Maradona tuvo su segunda chance en un Mundial, México `86, y acá comienza la leyenda, el nacimiento de la frase “soy Maradona contra Inglaterra anotándote dos goles” que usa René “Residente” Pérez Joglar en su tema Latinoamérica para describir lo fuerte que es un latinoamericano.

En un partido donde no solo se disputaba una Copa, sino que además estaba el conflicto por las Islas Malvinas, Argentina e Inglaterra se enfrentaron en los cuartos de final el 22 de junio de 1986 en el Estadio Azteca de la Ciudad de México. El marcador terminó con una victoria a favor del seleccionado donde Diego fue la estrella al meter los dos goles que se convirtieron en los más recordados y aclamados en la historia mundial del fútbol.

El primero fue a los 51 minutos, cuando el defensor inglés Steve Hodge rechaza erróneamente el balón hacia su propio arco y, en una pelota disputada entre Maradona y el arquero inglés Peter Shilton, el jugador argentino levanta su puño izquierdo impactando el balón y convirtiendo el gol. Finalizado el partido, le preguntan si el gol lo había hecho con la mano, a lo que Maradona contesta “yo no la toqué, fue la mano de Dios”, dándole así inicio a la leyenda.

El segundo gol, catalogado en el 2002 como el mejor gol de los Mundiales («Gol del Siglo») se desarrolló con un 10 corriendo desde su propio arco y eludiendo a 6 jugadores ingleses hasta llegar a la portería y hacer historia.

La semifinal paso sin más con un 2 a 0 contra Bélgica, mientras que la final se disputó contra Alemania el 29 de junio en un ida y vuelta terrible. Los primeros dos goles fueron de los argentinos José Luis Brown (que tenía luxado el brazo derecho) y Valdano, pero los alemanes no se dejaron amedrentar y lograron empatar el marcado, primer gol a los 74 y otro diez minutos antes del final. Fue en ese momento cuando Maradona nuevamente hizo brillar la 10 y le da una asistencia casi imposible, ya que estaba marcado por 3 alemanes, a Burruchaga que logra el tanto del desempate y que le da la victoria al seleccionado argentino.

Lamentablemente al Diego “la fama le presentó una blanca mujer de misterioso sabor y prohibido placer, que lo hizo adicto al deseo de usarla otra vez involucrando su vida” (La Mano de Dios, Rodrigo), produciéndole que tras el encuentro del Nápoles vs el AS Bari de 17 de marzo de 1991, por la fecha 25º, Maradona fuera elegido para el control antidopaje, dándole positivo por cocaína.

Su siguiente gran golpe, y que fue sentido más por todos los argentinos, lo recibió durante el Mundial de Estados Unidos `94. Allí, tras ganar el segundo partido contra Nigeria en la Fase de Grupos, Pelusa fue seleccionado para un examen de antidoping al azar que terminó dando positivo y le causó una suspensión de 15 meses por parte de la FIFA, obligando al seleccionado argentino a jugar sin su Capitán, quién en conferencia de prensa sentenció la frase final “Me cortaron las piernas”.

La carrera de Maradona como futbolista, terminó aquel día y le siguió una etapa en la que se volvió DT (Director Técnico), incluso del Seleccionado Argentino entre 2008 y 2010.

El pasado 3 de noviembre, el Diego había sido internado y operado de urgencia por un hematoma en la cabeza. Seguidores del 10 y fanáticos del fútbol se mantuvieron en vilo a las afueras del hospital esperando su pronta recuperación y que todo saliera bien.

Aunque todo fue un éxito, hoy el mundo entero recibió la mala noticia de que Diego Armando Maradona falleció en su residencia en Tigre de un paro cardiorrespiratorio. Desde el Gobierno ya pronunciaron que se lo velará mañana a las 8 de la mañana en la Casa Rosada y se declararon 3 días de Luto Nacional.

Por su parte, el alcalde de Nápoles tomo la decisión de homenajearlo renombrando al Estadio San Paolo por el de Diego Armando Maradona.

Mientras que su eterno rival y amigo, Edson Arantes do Nascimento, Pelé expreso su dolor en las redes sociales: “Qué triste noticia. Perdí a un gran amigo y el mundo perdió una leyenda. Aún queda mucho por decir, pero por ahora, que Dios dé fuerzas a los miembros de la familia. Un día, espero que podamos jugar juntos a la pelota en el cielo”

Me tomo el atrevimiento a expresar lo que muchos sentimos: Como persona, Diego dejaba mucho que desear, pero como jugador… se despellejó las piernas por la celeste y blanca, dando todo de sí hasta las últimas consecuencias, uniendo a todo un país en un festejo, ya sea en ese memorable mundial o incluso ahora en distintas partes del territorio argentino donde hinchas de todos los equipos, sin importar si son de River, de Boca, rivales o aliados, se reunieron para despedirlo, y por eso… por eso es por lo que más lo vamos a recordar.


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