Con un brutal 4 a 0, San Lorenzo dejó atrás al equipo de Arruabarrena y se consagró campeón de la Supercopa Argentina con un gol de Belluschi, dos por parte de Barrientos y el definitivo provino de Blandi.
Ayer por la tarde-noche en Córdoba se realizó el superclásico entre los cuervos y los bosteros por la Supercopa Argentina, teniendo a Darío Herrera como el árbitro del partido. El escenario fue el Estadio Mario Alberto Kempes con capacidad para 60.000 espectadores (tras la reforma para la Copa América 2011) y se construyó para que se dispute en 1978 la Copa del Mundo.
Un encontronazo que durante la mitad del primer tiempo no se veía ningún gol cercano, hasta que en el minuto 43 fue Fernando Belluschi quien recibió un pase de Buffarini y, aunque no pareciera que fuera posible, la clavó en el palo con un gran zurdazo.
En el segundo tiempo se esperaba una remontada por parte de Boca con un fusilazo de Tevéz, pero San Lorenzo se mantuvo firme y fue a los 73 minutos que Pablo Barrientos sentenció el partido con un cara a cara contra el arquero Agustín Orión que no pudo hacer nada. Barrientos no se quiso detener ahí y terminó convirtiendo un tiro libro en un golazo al ángulo.
Nicolás Blandi también quiso su minuto de fama y poco antes de terminar el partido, a los 88`, sentenció a Boca con el 4to gol.
Los festejos no se hicieron esperar y la alusión de San Lorenzo de que Boca sigue siendo su hijo saltó en las redes sociales como pan caliente. Y no es para menos, ya que en 1931 se desató el primer partido entre estos dos titanes del fútbol (ganando San Lorenzo 2 a 0) hasta alcanzar los 184 partidos, de los cuales 73 fueron victoria de San Lorenzo, 62 de Boca y 49 terminaron en empate, dejando al cuervo con una ventaja de 11 partidos ganados.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. CAMPEÓN pic.twitter.com/6f7HiQXm02
— San Lorenzo (@SanLorenzo) febrero 11, 2016
