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Tras varios años de intentos para arreglarla, varias empresas e ingenieros de la UTN brindaron su apoyo a través de elementos y mano de obra para reparar a La Floralis ubicada en la Plaza Naciones Unidas.

El pasado miércoles 11 de Junio se celebró la puesta en valor de La Floralis Genérica, La flor de metal gigante ubicada en el predio de la Plaza Naciones Unidas. Esta flor tiene la particularidad de abrir y cerrar sus pétalos mediante la radiación solar, por la mañana los abre y por la noche los cierra haciéndola un monumento muy especial para la Ciudad de Buenos Aires.
Uno de los pétalos había sido vencido por una fuerte sudestada, lo que provocó el mal funcionamiento de la flor. Se trató varias veces de arreglarla pero los conocimientos infraestructurales de la misma eran muy complejos para dicho proceso.
Esto no impidió que OCA aportara 4 millones de pesos para su reparación en Septiembre del año pasado, así mismo la empresa Philips ofreció nuevas luces LED, BHG brindó sensores y la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) dio el aporte técnico necesario para que La Floralis vuelva a ser un punto turístico por excelencia.
Todo el trabajo dio sus frutos y el miércoles pasado durante el atardecer, se celebró su reinauguración con un espectáculo de luces y un recital en vivo de Juan Carlos Baglietto y Lito Vitale. Estuvieron presentes en este evento el Jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta; el Senador porteño, Diego Santilli y el Ministro de Ambiente y Espacio Público, Edgardo Cenzon.
Entre las distintas modificaciones que se le hicieron podemos destacar: el arreglo del pistón subterráneo, le permite a los pétalos abrirse y alcanzar un diámetro de 32 metros; se arreglaron los motores de la fuente que rodea la escultura; se arreglaron los sensores de viento (anemómetros) que hacen que los pétalos se cierren cuando hay mucho viento y lo mismo ocurre con la lluvia: si los pétalos no se cierran, los fuertes vientos pueden quebrar los pétalos y el peso del agua dañarlos considerablemente; como si no fuera poco se reforzaron las estructuras que componen los pétalos con placas de aluminio y soldaduras, de esa forma pueden soportar las fuertes tormentas.

La Floralis Genérica es una obra mide 20 metros donada a la Ciudad en el 2002 por el arquitecto argentino Eduardo Catalano. La flor está hecha de acero inoxidable, aluminio de uso aeronáutico y hormigón, logrando que esta tenga un peso de 24 toneladas.
Fue el primer monumento móvil de la Ciudad con sistema hidráulico y de células fotoeléctricas, tardando 20 minutos en realizar su show para todos los turistas y vecinos que quieran admirar el espectáculo.
La Floralis es un tributo a todas las flores y lleva el nombre en latín ya que esa es la lengua que usa la botánica para la denominación de las distintas especies.

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