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Se inauguraron las remodelaciones hechas a la iglesia Nuestra Señora del Carmen, en el marco de las fiestas patronales. Presidió el acto el Arzobispo Cardenal Mario Poli.

 

La casa de todos
En el marco de las fiestas patronales, quedaron inauguradas las remodelaciones de la iglesia ubicada en Triunvirato y Cullen. El acto central contó con el Arzobispo de Buenos Aires, Cardenal Mario Poli, quien bendijo las instalaciones y dedicó el templo, rito litúrgico que significa que será siempre la casa de Dios y de la Virgen.
Las fiestas patronales de Nuestra Señora del Carmen 2014 quedarán en la memoria de Villa Urquiza como una de las más importantes de la historia. Además de la inauguración y bendición de las obras de remodelación de la parroquia, el arzobispo de Buenos Aires, Cardenal Mario Poli, dedicó el templo en una ceremonia especial. Se trata del rito litúrgico previsto al finalizar las obras de restauración, en que se unge con el crisma consagrado las paredes de una iglesia para significar que será para siempre Casa de Dios y Casa de la Virgen.
Esta ceremonia fue el corolario de una semana plagada de actividades para celebrar las fiestas patronales. Se llevó a cabo el miércoles 16 de julio, ante sacerdotes que pasaron por esta comunidad y una numerosa cantidad de feligreses. Fueron colocadas cuatro cruces en el presbiterio que simbolizan esta consagración y el Arzobispo bendijo una placa alusiva recordatoria de este singular acontecimiento. En el templo ya se pueden apreciar los antiguos Vía Crucis, restaurados por la Subsecretaría de Patrimonio Histórico, dependiente del Gobierno de la Ciudad, y la Pila Bautismal colocada en el atrio para la veneración de los fieles.

Evolución edilicia del templo
Corría el año 1892 cuando la primera construcción de la parroquia fue puesta bajo la advocación de Nuestra Señora del Carmen, en la actual intersección de Triunvirato y Cullen. Dos décadas después, en tiempos del Padre Manuel Ruano, se terminaron las obras de ampliación y reforma de esa primera capilla. Al templo original se agregaron las naves laterales, se cubrieron las aberturas con hermosos vitraux, se elevó el techo para construir una losa con un cielo raso abovedado y se construyó la torre. En la cúpula se agregó un cuerpo piramidal coronado por una artística cruz de hierro.
Hacia 1970 el Padre Carlos Reggiani remodeló el ábside del templo, retiró el altar mayor y los altares laterales y colocó un crucifijo de madera de tamaño natural. Al año siguiente, Monseñor Carlos Ponce de León, obispo de San Nicolás, consagró el nuevo altar. Pero la obra había quedado inconclusa. Con el apoyo del Cardenal Jorge Bergoglio, hoy Papa Francisco, y gracias a la generosidad de los fieles, el templo parroquial ha quedado totalmente restaurado.

Descripción de las obras
La puesta en valor consistió en dar unidad a la parte antigua y moderna de la iglesia. Para ello se unificaron las molduras con un arco nuevo para unir ambos sectores y se desmontaron íntegramente las placas de chapa estampadas del cielo raso de las doce cúpulas de arista partida de las naves laterales. A su vez, se repararon las estructuras que sostienen dichas placas. La Parroquia cuenta con una nueva sede en el presbiterio realizada con mármol travertino y una pila bautismal en forma hexagonal, además de instalarse una nueva iluminación integral y equipo de sonido, altar para la devoción de la Sagrada Familia y siete hornacinas para los santos en las naves laterales. Se realzó la estructura de toda la iglesia mediante un cambio de color de las columnas, pilastras, arcos y capiteles para unificar la imagen de la nave central y los laterales.
Palabras del Padre
Una vez concluida la ceremonia de dedicación del templo a Nuestra Señora del Carmen, el párroco Marcelo Pettinaroli expresó a la feligresía su satisfacción por la finalización de las obras y resaltó la importancia que este acontecimiento tiene para la comunidad de Villa Urquiza: “Este hermoso templo no es sólo símbolo de nuestra belleza interior sino que tiene que ser símbolo de la belleza de esta comunidad cristiana. Todos somos El Carmen. Esta es la casa de todos y nuestro compromiso es seguir construyéndola para aquellos que quieran crecer en la fe y luego transmitirla. Así, tendremos garantizada una mejor presencia de Jesús y María en el barrio”.
En tanto, el padre Boris Turel mostró su asombro y felicidad por cómo quedó su querido templo y reflexionó: “Uno queda azorado porque hace tiempo que venimos siguiendo las obras. Ver la imagen de la Sagrada Familia es una maravilla. Sobre todo porque está Jesús, que es el líder de nuestra causa”.

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