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Ante un fallo de la Justicia porteña se declaró a los animales como “seres que sienten”, tras dar en adopción a 68 perros que fueron hallados en estado de abandono en la casa de una mujer enferma.

Es el caso de 66 caniches y 2 labradores que fueron encontrados en estado de desnutrición y maltrato en poder de una mujer con problemas mentales, tras un allanamiento a una casa en el barrio de Almagro en Marzo del 2014. Los 68 perros encontrados, tras un dictamen inédito por parte de la Sala I de la Cámara de Apelaciones en lo Penal, Contravencional y de Faltas de la Ciudad de Buenos Aires, fueron considerados como “seres que sienten y merecen cuidado adecuado”.
El fallo firmado el 25 de Noviembre del año pasado y difundido en los últimos días por la Justicia porteña determinó que los perros quedaran bajo el cuidado del Centro de Prevención de Crueldad al Animal, siendo esta la asociación en la que se encontraban alojados tras el allanamiento y que a su vez los dio en adopción de forma gratuita.
Durante el allanamiento la Justicia describe en el fallo que los perros se encontraban desnutridos, deshidratados y con varias enfermedades. Varios estaban apoyados contra la pared en busca de seguridad, mientras que otros se hallaban amontonados y encerrados en cajones de madera que poseían marcas de las uñas de los canes al tratar de escapar. La descripción se vuelve aún más fuerte cuando se detalla que “incluso había un animal muerto en estado de descomposición”.
Las pericias psiquiátricas que se le hicieron a la dueña de los animales, mostraron que “no conserva su autonomía psíquica para comprender el alcance de sus actos y dirigir sus acciones”. Es por tal razón que no pudo ser condenada, pero sí destituida de la tenencia de los canes por la jueza de primera instancia Cristina Nazar que determinó que “no puede estar a la guarda de seres vivos que merecen cuidado, protección y alimentación adecuada”.
La sentencia fue apelada por la defensoría de la mujer, que exigió la devolución de los perros argumentando que “no estaban sujetos a decomiso, restitución o embargo”. Pero fue en Noviembre cuando los camaristas Marcelo Vázquez, Silvina Manes y Marcela De Langhe reafirmaron la decisión tomada por Nazar y consideraron que “la categorización de los animales como sujetos de derechos no significa que éstos son titulares de los mismos derechos que poseen los seres humanos, sino que se trata de reconocerles sus propios derechos como parte de la obligación de respeto a la vida y de su dignidad de ‘ser sintiente’”.

Es el segundo caso en la Argentina en la que un animal es amparado por la Ley, siendo el primer caso que presentó precedente el de la orangután Sandra, del Zoológico de Buenos Aires, al ser declara como “persona no humana” por un hábeas corpus presentado por una ONG para mejorar las condiciones en las que vive en cautiverio.

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