El tiempo por Tutiempo.net

Nuestras mascotas son las que más sufren el calor durante el verano, es por eso que damos algunos tips para que sepan cómo detectar este cuadro y que hacer frente a un caso así.

Cada año el calor que azota a la Ciudad de Buenos Aires se vuelve más insoportable y los que más lo sufren son nuestras mascotas, es por eso que es nuestro deber cuidarlas, estar atentos a como se encuentran y saber qué hacer en cada caso.
Tanto los perros como los gatos pueden sufrir de un golpe de calor si no se toman las medidas necesarias ya que, al igual que las personas, los grupos etarios más susceptibles son los más jóvenes y adultos.
Los perros eliminan a través del jadeo su calor corporal, mientras que los gatos tienden a lamerse para generar humedad y reducir su temperatura. Pero aunque ellos tienen su forma de mantenerse frescos, es trabajo nuestro evitar que le agarre un golpe de calor con las siguientes precauciones:

  • Asegurarse de que el animal esté siempre en un lugar fresco y a la sombra, con agua a disposición.
  • Jamás dejar a nuestra mascota sola adentro de un auto en días calurosos, ya que la temperatura en el interior de un vehículo puede subir más de 10 grados en 10 minutos, aún con las ventanillas bajas.
  • Evitar pasearlo en los horarios dónde hace más calor. Se recomienda mejor hacerlo durante las primeras horas de la mañana o al anochecer, esos son los horarios donde se registran las temperaturas más bajas para que sea más leve el paseo.
  • Antes del paseo o de cualquier tipo de ejercicio no hay que darle de comer.
  • Y sin importar que sea verano o invierno, nunca debemos olvidarnos de mantenerlo saludable y en su peso ideal.

A veces, por más precauciones que tomemos, a nuestras mascotas puede agarrarles un golpe de calor. Es por eso que a continuación dejamos un listado de los síntomas que podría estar mostrando nuestra mascota:

  • Decaimiento.
  • Falta de apetito.
  • Hipetermia (temperatura corporal elevada).
  • Temblores.
  • Cianosis (coloración azulada en las mucosas).
  • Jadeo excesivo o respiración dificultosa.
  • Taquicardia.
  • Salivación.
  • Convulsiones o signos neurológicos.
  • Petequias (pequeñas manchas rojas en la piel).
  • Vómitos y diarreas que pueden contener sangre.

En caso de detectar cualquiera de los síntomas anteriores es la mejor opción llevarlo inmediatamente a un consultorio veterinario. No hay inconvenientes en mantener mojado a la mascota hasta llegar al veterinario, pero siempre con agua a temperatura ambiente, un cambio brusco de temperatura podría agravar el cuadro.

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