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La Legisladora Berenice Iañez presentó un proyecto de ley para declarar de Interés Ambiental la Huerta Vecinal de Villa Pueyrredón.

Durante el 2018 varios vecinos, principalmente integrantes de la Unidad Básica “Rodolfo Walsh”, decidieron crear una iniciativa con el objeto de promocionar la soberanía alimentaria y la educación de vecinos mediante talleres de compostaje. La idea atrajo tanto la atención que no solo las familias empezaron a ser parte de esta actividad, sino que además las escuelas llevan a los chicos para que participen de los talleres que allí se realizan.

Los talleres poco a poco se convirtieron en algo más y el lugar, ubicado entre Curupaytí y Argerich, se convirtió en una Huerta Vecinal donde el aprendizaje está a la orden del día y todos pueden formar parte de él convirtiéndolo así de manera colectiva en un espacio común.

Durante el 2020, plena cuarentena, el lugar permaneció cerrado al público, pero soportando la adversidad, el 19 de noviembre se inauguró el paseo de Plantas Nativas “Yolanda Ortiz”, paseo donde, como bien su nombre lo dice, se pueden hallar diversas plantas nativas de Buenos Aires.

La Huerta Vecinal también ayudó durante la pandemia para mitigar la soledad, el encierro y la ansiedad que venían sintiendo, considerándola incluso como un lugar contracíclico debido a la posibilidad de aprender a cultivar sus propios alimentos.

Teniendo todo esto en cuenta, es que la Legisladora Berenice Iañez presentó un proyecto de ley con la finalidad de declarar de Interés Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires a la Huerta Vecinal de Villa Pueyrredón en la Comuna 12. Explicando que “este proyecto es un ejemplo de compromiso ciudadano y participación de los vecinos y vecinas del barrio”.

Además, destacó, como mencionamos antes, que “el espacio cumple una función pedagógica importantísima dado que se reciben con talleres y actividades a niñas y niños de las escuelas primarias de todas las escuelas de la Comuna 12. También participan activamente grupos de jóvenes de la escuela media Rodolfo Walsh que utilizan el espacio como lugar de reunión previo y posterior a la jornada escolar. A su vez, el espacio es dedicado semanalmente a conjuntos de estudiantes que provienen de escuelas de educación especial”.

Entre las actividades que se pueden hacer se encuentran desde la preparación de la tierra, la siembra, el riego y la cosecha, hasta la posibilidad de que los vecinos que se capacitan puedan llevar y traer un cajón que contiene la huerta doméstica que desarrollan en sus casas para autoabastecerse de frutas y vegetales.

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